El tensiómetro se utiliza para medir la humedad del suelo al final del riego.
El instrumento consta de un tubo sellado lleno de agua que tiene un tapón de cerámica porosa en el extremo.
La tubería se instala en el suelo a la profundidad deseada. En presencia de suelo seco, el agua tiende a salir por los poros de la cápsula cerámica, generando una presión parcial negativa.
Un aumento de la humedad en el suelo provoca una inversión del flujo de agua, generando un aumento de la presión.
Esta variación de presión parcial puede leerse con un vacuómetro o con un transductor de presión para una lectura continua de los datos.